División del trabajo social de Emile Durkheim

Conexiones que establece entre derecho, matrimonio y fidelidad
Las variaciones en el derecho introducen, según Durkheim, modificaciones en las relaciones familiares. La sociedad moderna progresa hacia un derecho que garantiza mayor autonomía individual, reafirmando el derecho restitutivo. Con la reglamentación de las relaciones paterno-filiales y los conceptos jurídicos que delimitan el poder del padre, surge la familia conyugal moderna compuesta por los padres y los hijos e hijas, desplazando a la familia patriarcal,  gozando sus miembros de una mayor autonomía. Este cambio es mostrado, además, por el  paso de una solidaridad mecánica y autoritativa familiar a una solidaridad orgánica con diferencias de funciones por sexo, configuración dónde la mujer sigue en una posición de subordinación. La ley de la división del trabajo social actuando hacia el interior de la familia, encamina a ésta a formas evolutivas superiores como la familia conyugal de la sociedad moderna, determinada por el matrimonio monogámico.
Índice de solidaridad
El uso de índices es un aspecto de la metodología desarrollada por Durkheim. Se la considera como la transcripción externa y medible de los hechos sociales internos, no directamente observables. Ahora bien, en una modalidad de sociedad llamada por Durkheim como primitiva, la solidaridad es creada por una comunidad de representaciones que habilitan leyes que obligan a los individuos, convirtiéndose en creencias y prácticas unificadas, siempre con la amenaza de castigar las desviaciones. Estas leyes autoritativas son índices externos, i.e., en el sentido positivista, un observable de la denominada solidaridad mecánica. En cambio, la división del trabajo social, produce una solidaridad orgánica, afirmada en la interrelación de los individuos y de los grupos que obran cooperativamente. Esta calidad de solidaridad es definida por reglas jurídicas que precisan la naturaleza y las relaciones de las funciones. Estas reglamentaciones y leyes tienen la finalidad de restituir, pues su transgresión no genera consecuencias expiatorias, sino sólo reparadoras.
Tipos de solidaridad en relación a los tipos de sociedad.
Los lazos sociales que aglutinan a la sociedad y que emanan de una comunidad de creencias y de sentimientos, son menos perceptibles que los resultantes de la división del trabajo. Como ya se explicó en el acápite anterior, el derecho es expresión de la conciencia común y la solidaridad. Pero, coexisten estados no tan fuertes e indeterminados de la conciencia colectiva, que su accionar se advierten a través de las costumbres, sin que haya una ligazón legal, y, sin embargo, ayudan a afianzar la cohesión de la sociedad. Las correspondencias de dependencia mutua que acoplan las diversas funciones están reguladas por las costumbres.  
A medida que se avanza en la evolución social, asevera Durkheim, desde una comunidad hacia una sociedad,  la solidaridad mecánica liga menos fuertemente a los hombres que la solidaridad orgánica, sino que además, se va debilitando cada vez más. La fortaleza de los lazos sociales, varían, pues, según la relación entre el volumen de la conciencia común y el de la conciencia individual y la determinación mayor o menor de esos mismos estados. Cuanto más concretas son las prácticas y las creencias, hay menos intersticios para las decisiones individuales. Por otro lado, cuanto más imprecisas son las reglas de la conducta y las del pensamiento, hay más participación de la reflexión individual para poder aplicarlas a los casos particulares.
Ejemplos presentes en la DTS.
Como ejemplo de solidaridad mecánica,  los calmucos y los mongoles que abandonan a su jefe cuando encuentran su autoridad opresiva, y se van con otro. Los abipones dejan su jefe sin pedirle permiso y sin que éste manifieste su desagrado, y se van con su familia a donde les parece. En el Africa del Sur, los balondas van sin cesar de una parte del país a otra. Entre los germanos, todo hombre que amaba la guerra podía hacerse soldado bajo un jefe de su elección. El lazo social en estas comunidades es exageradamente débil para retener a los hombres a pesar de las tentaciones de la vida fructuosa.
Con la división del trabajo ocurre otra cuestión. Las diferentes partes del entrelazado, como cumplen funciones diferentes, no se pueden separar fácilmente. Si se separan el distrito de fábricas textiles de Liverpool de los demás centros manufactureros, su industria se paralizaría, con la consiguiente consecuencia para su población. Si se separan las poblaciones mineras de las poblaciones vecinas que funden los metales o las fábricas textiles, primero las consecuencias son sociales y posteriormente individuales. Cuando una sociedad moderna sufre una segmentación, corre peligro de disolución, expuesta a un estado de desorden y debilidad.

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