La dialéctica hegeliana no es una inversión de la hegeliana
La dialéctica hegeliana no es una inversión de la hegeliana
Por Prof. Lic. Alberto Horacio Rodríguez
rodriguezgaley@gmail.com
El marxismo presume una
filosofía (el materialismo dialéctico), y una ciencia (el materialismo
histórico) que especula la vida del hombre en colectividad y que crea la teoría
científica de la historia. Desde el punto de vista metódico, el materialismo
dialéctico tiene distinción sobre el materialismo histórico, pues su objeto es
la cientificidad de todas las ciencias. Desde un punto de vista que
concederíamos en designar crono-epistemológico, el materialismo histórico tiene
ventaja sobre el materialismo dialéctico. Cuando los hombres aprehenden la
ciencia de la historia y se vuelven avisados de las leyes que gobiernan su desarrollo,
su conexión con la naturaleza y consigo mismos, se forma la ocasión teórica
para que surja el materialismo dialéctico.
Hay falsedad al asegurar,
como lo hacen las exposiciones tradicionales soviético-hegelianas, que el
materialismo histórico no es otra cosa que el materialismo dialéctico imputado
a la vida del hombre en sociedad. Pero también es falso someter la filosofía al
materialismo histórico, como los filósofos de la praxis. Althusser critica rebajar
el materialismo dialéctico al histórico, ya que la misma filosofía y sus
cualidades dialécticas están establecidas por el tiempo histórico.
Para describir el aporte
marxista a la cultura al ofrecernos no una filosofía, sino la filosofía, y no
una significación más de la historia, sino la ciencia de la historia, habrá que
diferenciar la ciencia de la ideología. La ideología corresponde al ámbito de la
supraestructura, es una representación, donde el dispositivo de creación queda escondido
para el que la sostiene. Una postiza conciencia que se determina por las
relaciones sociales de producción y las fuerzas productivas. La noción central
para pensar el prototipo de relación entre la estructura económica y las
ideologías (políticas, filosóficas, económicas, religiosas…) es la de
determinación dialéctica. El concepto capital para exponer la clase de vínculo
entre la estructura económica y la ciencia es la de condicionamiento favorable
o desfavorable. Cabe mencionar, además, la utilización que un sistema social
definido hace de los descubrimientos e invenciones de sus hombres de ciencia. El
pensamiento althusseriano no maneja el concepto ideología en un sentido despectivo.
Es el combustible de ciencia. Si ella no podría desarrollarse. La conexión entre
la ciencia y la ideología no es de subversión. La ciencia no es la ideología invertida
o al revés. La ciencia no prevalece a la ideología. La ciencia anonada la
ideología, atesorando el objeto revelado por la ideología y transmutado en
conocimiento por los medios de producción de aquélla.
El materialismo dialéctico
como la filosofía y teoría general de la ciencia o teoría de la producción de
conocimientos, tiene como función la de escudar a la ciencia de no sucumbir en
la ideología y como objetivo la cientificidad de las ciencias, el ejercicio creador
de conocimientos a partir de ideologías.
El marxismo queda
constituido, en opinión de Althusser, a partir de 1845: con las Tesis
sobre Feuerbach y la Ideología alemana,
donde separa de Hegel y Feuerbach. Lo ha indicado con el concepto de inversión.
La inversión aclarada como mudanza de respuestas, pero preservación de la
problemática ideológica. Trae consigo una revolución teórica. Althusser establece
que la subversión de Marx, debe explicarse como corte o ruptura. Hay
inversión creando respuestas diferentes
a las mismas preguntas; pero no se modifican las preguntas. La inversión es
cambio de problemática, una ruptura. Feuerbach sí invierte a Hegel, pues
atesorando sus preguntas, ofrece distintas respuestas desde una visión
materialista. En cambio, la correlación entre Marx y Hegel, o entre Marx y
Feuerbach, es de ruptura, es decir, una conmoción teórica. El propósito de
Althusser es constituir esa ruptura como su objeto de análisis.
La ruptura es delineada por Althusser como una
ruptura epistemológica, tornar objeto de examen el momento en que nace una
ciencia. Una preocupación sobre los fundamentos.
Althusser,
Louis, “Sobre el joven Marx (cuestiones de teoría)”, “Contradicción y
sobredeterminación” (notas para una investigación) y “Marxismo y humanismo”,
en: La revolución teórica de Marx
(1967), traducción e introducción de Marta Harnecker, México, 25ª. reimpresión,
2010, pp. 39-70, 71-106 y 182-206
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