El concepto de ilustración elaborado por Horkheimer y Adorno

El concepto de ilustración elaborado por Horkheimer y Adorno 


Por Prof. Lic. Alberto Horacio Rodríguez
rodriguezgaley@gmail.com

Horkheimer y Adorno (H&A) consideran que la esencia de la Ilustración es el desencantamiento del mundo. La Ilustración ha buscado desde siempre liberar a los hombres del miedo y disponerlos en soberanos de su propia vida y de su propio destino. Consideran que la supremacía del hombre mora en el saber, donde poder y conocimiento son equivalentes; con el entendimiento se libera el hombre y con esto se provoca un desencantamiento del mundo.
Reflexionan que en la Ilustración se extrema el temor al mito. En la plataforma del mito la Ilustración ha visto la proyección de lo subjetivo en la naturaleza; lo sobrenatural, lo mágico, siendo sólo un eco de cómo los hombres se dejan amedrentar por la naturaleza. A través de la razón los hombres se separan de la naturaleza para ubicarla tal modo que pueda ser estudiada y dominada. El razonamiento, entonces,  surgió bajo la rúbrica de la liberación de la naturaleza. Los hombres aprender de la naturaleza estudiándola y analizándola para dominarla, pero paradójicamente dominando a la naturaleza también se domina al hombre que forman parte de ella. No importa tanto la complacencia de hallar la verdad como la propia operación, el procedimiento eficaz, el método veraz.
La Ilustración no muestra atractivo por los problemas metafísicos; para Kant la metafísica no tiene categoría de científico. La Ilustración registró en la herencia platónica y aristotélica a los antiguos poderes y hostigó como superstición la exigencia de verdad de los universales. En la potestad de los mismos supone descubrir el miedo a los demonios, con cuyas figuras los hombres procuraban de influir sobre la naturaleza en el ritual mágico.
La Ilustración ha manifiesto un gran atractivo por la ciencia como muestra máxima de la razón y de la verdad, primordialmente la matemática. Procuró licuar los mitos y deponer a la imaginación por medio de la ciencia. La lógica formal fue el patrón unificador a copiar. Brindó el esbozo de forma de calcular al mundo. Con una perspectiva del mundo controlada con la ayuda de la ciencia,  la Ilustración se presume segura frente al retorno de lo mítico. Al equiparar el pensamiento con las matemáticas la ciencia queda fortalecida.
Los mitos que la Ilustración quería superar eran ya producto de la propia Ilustración. El mito se diluye en Ilustración y la naturaleza se convierte en mera objetividad. El mito pretendía explicar, nombrar, relatar el origen, y con ello representar; pero las divinidades ya no son idénticas a los elementos sino que sólo los simbolizan. 
La Ilustración en su afán por la desmitologización identifica lo viviente con lo no viviente del mismo modo que el mito. El hombre pretende estar libre del temor cuando no existe nada desconocido, la sola idea del exterior es motivo de miedo. Los mitos, como los ritos mágicos, representan a la naturaleza que se repite, ciclicamente.
En la búsqueda de la libertad individual, la Ilustración supone que a los hombres se les dio su “sí mismo” como propio, diferente de todos los demás. Éste “sí mismo” no fue absorbido por completo. La Ilustración fracasó en este objetivo y los autores en cuestión consideran que el trabajo social de cada individuo está influido por la economía burguesa, a partir del precepto de “sí mismo”. El mercado debe reintegrar a unos el capital acrecentado, y a otros la fuerza para trabajar más. Unificar al colectivo dominado radica en la negación de cada individuo particular, de esta forma el hombre no es realmente libre. Cuanto más triunfa el desarrollo de autoconservación por medio de la división del trabajo, éste exige la autoalienación de los individuos, alejándose de su "sí mismo". El dispositivo técnico y su desarrollo han convertido a la razón en una subsidiaria del sistema económico. El miedo a perder el “sí mismo” junto a la frontera entre el sí y el resto de la vida, el espanto a la muerte y a la incivilización, está muy ligado a una promesa de felicidad. Un pasaje hacia la autopista de la obediencia y el trabajo.
H&A discurren que los valores de la Ilustración están en un progresivo retroceso. Ésta regresión es explicada a través de dos tesis fundamentales: el principio de dominio y el regreso al mito.
La ilustración nace bajo la rúbrica del dominio. Se desea dominar a la naturaleza y por lo tanto desarticular los mitos a través de la ciencia. Con la ilustración se desfantasmagoriza el mundo, cosificándolo, a través de un proceso de racionalización y abstracción cuántica.
La utopía de Bacon de que el hombre sea el amo de la naturaleza se ha cumplido en gran medida y la naturaleza que aún no ha sido dominada se ha reducido considerablemente. Pero lo importante es el dominio mismo. El dominio de los hombres sobre la naturaleza lleva a la paradoja del dominio de los hombres sobre los hombres, y finalmente el dominio de la naturaleza sobre los hombres. Todo es convertido como mera naturaleza, materia, cosa.
Por otro lado, H&A teorizan que la Ilustración retorna a la mitología, de la cual nunca pudo escapar. La mitología facilitaba una perspectiva simple y explicativa del mundo. Al eliminar el mito también se borra el “sentido”. Al renunciar al sentido vía la ciencia moderna, la coacción de ésta los impulsa nuevamente hacia el mito. La razón resultó en lo opuesto. Un sistema económico capitalista, donde un grupo dueño del aparato productivo divide y separa a los hombres, desembocando en la autodestrucción. La naturaleza dominada remata castigando al dominador. La naturaleza se venga. 

Horkheimer, Max; Adorno, T. W., “Concepto de iluminismo”, en: Dialéctica del iluminismo (DI), trad. H. A. Murena, Buenos Aires, Sudamericana, 1987, pp. 15-24 

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