Catolicismo integral y peronismo: la crisis

Los Mundos Vitales del catolicismo Integral y el Peronismo:Coincidencias y Antagonismos.


por Prof. Lic. Alberto Horacio Rodríguez
rodriguezgaley@gmail.com

1. Marco Conceptual y Objetivos Generales

El concepto de mundo vital “Lebenswett”[1] proviene de la fenomenología de Husserl, entendiendo por mundo vital como el conjunto de condiciones sociales y personales de vida (incluyendo la percepción de estas condiciones por los actores mismos) de un determinado conglomerado de personas en un contexto social dado. En la vivencia de estas percepciones cabe distinguir dos componentes:[2] el nóema, el objeto conocido, el “sentido”, y la nóesis, el acto de conciencia. Todo queda reducido al “ser como conciencia y al ser que se da a conocer en la conciencia”, al ser trascendental y al ser trascendente, respectivamente. La indagación del contenido de los nóemas, reducidos a hechos de conciencia, no del mundo, lleva al conocimiento eidético (reducción eidética), por esencias, por “sentidos” del contenido de conciencia, captados a través de la intuición intelectual, que llama a veces metafóricamente “la mirada del espíritu” o el “rayo visual”. Con este conocimiento se puede construir el mundo circundante “Umwelt”[3], subjetivo, pero como la constitución del mundo lleva a suponer la de los otros «yoes», la de otras idénticas estructuras noéticas que tienen la propiedad de referirse con idéntico sentido que el propio a las cosas o eventos, los diversos mundos circundantes subjetivos entran en contacto para conformar un mundo objetivo.
La tarea del presente trabajo es la descripción del mundo vital o concepción del mundo[4] tanto del catolicismo integral[5] de Dionisio Napal como del peronismo en el discurso de Juan Perón. Como metodología de análisis se utilizará el método biográfico, analizando la vida de Monseñor Dionisio Napal y comparar su conocimiento eidético con algunos discursos del Presidente Juan Domingo Perón. Trataremos de demostrar que los mundo vitales del catolicismo y del peronismo tienen muchas similitudes y que en sus mundos circundantes, las otras estructuras noéticas son consideradas por ambos como amenazantes. Esta amenaza hace que ambos tomen posturas discursivas maniqueas[6] en sus estructuras noéticas tomando su mundo vital subjetivo como único y objetivo.
Los componentes noémicos y noéticos serán descubiertos con el método de Alfred Vierkandt llamado abstracción ideativa,[7] donde nos orientaremos a conceptos primarios,[8] mirando la vida social de los personajes en cuestión. Utilizamos este método pues es conveniente la comparación derivados de esta manera con otros. Por medio de este estudio podremos comprender las disposiciones innatas de los personajes. A partir de este descubrimiento se revelará el “espíritu” del grupo social al que representan, que a decir de Vierkandt, es superior al espíritu subjetivo de sus miembros individuales. Según el autor, el individuo y el grupo no están en oposición, ya que cada persona está impregnada de las características del grupo y la actitud del individuo hacia el grupo es fundamentalmente de amor y admiración. Es por ello pertinente el método biográfico del presente trabajo. Con la obra de Dionisio Napal analizaremos al Catolicismo integral y con Juan Perón al movimiento peronista.
Para que los conceptos que descubramos a través de la abstracción ideativa, aplicaremos el sistema de planos de fenómenos inmediatamente dados de Georges Gurtvitch.[9] De este autor no tomaremos en cuenta todos los planos que se ordenan por grados de compresión, sólo interesan el plano simbólico manifestado por ejemplo, en el hechos de cómo el personaje responde de un modo definido a símbolos tales como banderas o señales; los hábitos y prácticas sociales (más correctamente las costumbres); los fenómenos revolucionarios o reformistas (plano similar entre invención e imitación) y los valores que están en la base de las actividades del plano anterior. Al igual que el autor anterior se podrá realizar un mapa de la mente colectiva a partir de las mentes individuales, proporcionando el personaje, el conocimiento íntimo de la reciprocidad de las relaciones de valor de la vida social.

1.1. Breve biografía de Dionisio Napal

Nace el 16 de noviembre de 1887[10] en San Isidro. Fue bautizado por la Iglesia Católica el 19 de febrero de 1880 en la iglesia de San Isidro.
Desarrolló una activa militancia de carácter social católico por medio del libro, el sermón y las conferencias. Cursó estudios en el seminario de Villa Devoto y fue alumno de la Universidad Gregoriana y del Colegio Pío Latinoamericano de Roma.
El 19 de agosto de 1911 es nombrado Teniente cura de Belgrano, hasta el 19 de marzo de 1916.
Funda en abril de 1912 el órgano social cristiano El Trabajo.[11] El 1 de junio de 1919 Napal, como Vicedirector[12] de los Círculos Obreros, traza un programa de acción[13] a través de conferencias populares[14] y participa activamente en los Congresos de la Liga Patriótica como orador.[15]
En el año 1921 renuncia al puesto de Vicario Coadjuntor de la parroquia de San Miguel y algunos años después al de sub director de los Círculos de Obreros, ante la negativa de promoción al obispado de Monseñor De Andrea, donde Napal era uno de sus más influyentes colaboradores doctrinarios.[16]
En 1924 se incorpora a la Armada. En el año 1925 realiza un viaje a bordo de la Fragata Escuela Presidente Sarmiento como Capellán de a bordo. El 9 de junio de 1926, fue nombrado Vicario General de la Armada, al fallecer su predecesor Monseñor Piaggio.[17]
Escribió el reglamento para el Clero Castrense de la Armada.[18]
Fue el Presidente de la comisión organizadora de la “Semana Social” de los Círculos de Obreros del 12 al 16 de octubre de 1927.
Organizador y fervoroso participante en los festejos del Tercer Centenario de la Virgen de Luján.
Locutor oficial del XXXII Congreso Eucarístico realizado desde el 9 al 14 de octubre de 1934.
Desarrolla en la década del ’30 una destacada actividad radiofónica en la difusora metropolitana LR3, que él mismo bautizó como “Radio Belgrano”.[19]
Muere el 29 de marzo de 1940.
Obras:
1923 – Vida de José María Bustamante – fundador del Instituto de las Hermanas Adoratrices.
1924 – Función patriótica y social de la Conscripción Olbigatoria.
1926 - Junto al Surco.
1926 - Recuerdos y Visiones del Camino.
1927 – La Semana Social
1928 - Hacia el Mar.
1932 – El Imperio Soviético
1937 – Comentario Evangélico

1.2. Influencias en Napal

Es muy recurrente en los escritos de Napal ver citas de la encíclica Rerum Novarum de León XIII,[20] verdadera hoja de ruta para su producción intelectual con temáticas orientadas hacia lo social:

Hacer política, se argumenta. Sí, señores, trata de poner en práctica al política de Leon XIII, de Benedicto XV, de los dos Píos, que es la sagrada política del evangelio, la de todos los tiempos. (...) los conceptos de la Rerum Novarum, sobre el trabajo, la propiedad y la intervención del Estado.[21]

Inició su campaña moralista en 1916 (...) -Hay que ir al pueblo- había dicho León XIII.[22]

La otra gran influencia en Napal es el catolicismo social alemán,[23] siendo Napal uno de los principales impulsores del catolicismo social[24] en Argentina:

El movimiento cristiano y patriótico de Napal se inspira en los sabios ejemplos de Windthorst. Quería una organización vasta y sencilla, tan general como rápida y eficaz.[25]

2. En la Iglesia Militante

Manuel Carlés, principal referente de la Liga Patriótica, en el proemio del libro de Napal Visiones y recuerdos del Camino, describe al sacerdote en la siguiente situación de época:

Hace años la “cuestión social” se discutía en y peleaba en las calles y plazas, presencié un espectáculo que me reveló su carácter. Era en el barrio de la Boca, donde el comunismo agresivo supuso que sólo sus oradores podrían hacer su propaganda disolvente. En la tarde del domingo, las esquinas concurridas por gente desocupada fueron sitios a propósito de reuniones proselitistas que los oradores de acción procuraron, para traer a la gente adversaria y comunicarle emoción y verdad.
Esa vez “las papas quemaban” como decimos cuando el ambiente presagia la violencia de los bandos en lucha. Allá fuimos; pero llegamos cuando la conferencia había ya comenzado. Desde lejos se sentía el bullicio (...) A duras penas llegamos junto al orador (...) Era un sacerdote joven de ademán firme (...) terminó su conferencia habiendo dominado al auditorio. El hombre, sin cuidarse del peligro, enderezó al medio de la multitud, con la cabeza alta y descubierta, hasta tomar su carruaje que los esperaba. Solito partió. Ése era el padre Napal.
Daba ganas de recordar el pasado glorioso de la Iglesia militante, cuando el clero heróico iba a las ciudades paganas para convertir a los infieles (...).[26]

En el mismo proemio, Carlés nos arroja más luz de los que debe ser una iglesia militante y de la actitud heróica de sus integrantes:

(...) Ésa fue la mente de los místicos precursores de la libertad, que durante los tiempos conjeturales del coloniaje educaron los ideales del siglo en la filosofía tomista de las escuelas franciscanas. Así se formó la leyenda heróica de los frailes (...) para glorificar perpetuamente el patriotismo de la Iglesia argentina. Así enseñan a amar a Dios y honrar a la patria (...).[27]

Para poder entender la lógica de acción de lo que Carlés llama “Iglesia militante”, término que Napal utiliza varias veces en su producción intelectual, nos ayudaremos de algunas tipologías de la relación entre la institución cristiana y la figura de Cristo como símbolo:[28]
P. Schineller hablaba en 1976 de cuatro modelos: el eclesiocéntrico con una cristología exclusiva, el cristocéntrico con una cristología inclusiva, el teocéntrico con una cristología normativa y el teocéntrico con una cristología no normativa. En 1987, Küng distinguía cuatro posiciones: ninguna religión es verdadera; sólo una religión es verdadera; todas las religiones son verdaderas; una sola es la religión verdadera y el resto participa de su verdad. Knitter proponía, en 1989, su propia división también cuatripartita: el modelo de evangelismo conservador, cuya tesis principal es que sólo existe una religión verdadera; el protestante, para quien toda salvación procede de Cristo; el católico abierto, que defiende la existencia de varios caminos, si bien Cristo es la única norma; el teocéntrico, que habla de varios caminos y de Dios como centro. El mismo Knitter había expuesto en 1986 una tipología pentapartita inspirada, a su vez, en la influyente obra de H. R..Niebuhr; Cristo y la cultura. La primera postura sostiene que Cristo está contra las religiones. Es la orientación tradicional de la teología, caracterizada por un cristocentrismo y un eclesiocentrismo excluyentes. Cristo y el cristianismo, según esta teoría, han de mantener una relación hostil con el resto de las religiones. Cristo es el único mediador de la salvación a través de la Iglesia, que se autodefine, a su vez, como mediación religiosa única de la salvación. La segunda posición defiende que Cristo se encuentra por encima de las religiones. Cristo es presentado como mediador constitutivo de la salvación, pero no de manera exclusiva, sino inclusiva. Sin Cristo no hay salvación, pero ésta no sólo alcanza a quienes creen en él. Puede alcanzar a quienes no viven en el horizonte de la fe en Cristo y a quienes no pertenecen a la Iglesia. La tercera postura defiende que Cristo se encuentra sobre las religiones. Cada religión posee valor por sí misma y tiene su propia identidad sin necesidad de orientarse a otra, en nuestro caso, al cristianismo. Estamos ante un cambio de paradigma: del cristocentrismo al teocentrismo, si bien se trata de un teocentrismo abierto a Cristo. La cuarta postura defiende un teocentrismo pluralista y se define a favor de Cristo con las religiones. La quinta postura defiende un teocentrismo pluralista y se define a favor de Cristo sin las religiones.
La Iglesia militante de Napal sería según Schnieller, una institución eclesiocéntrica con una cristología exclusiva; según Küng, se consideran como la religión verdadera y el resto participa de su verdad; Knitter agrega una característica más, la de un modelo de evangelismo conservador, cuya tesis principal es que sólo existe una religión verdadera y el aporte de la última tipología, la de Niebuhr, es la que mejor describe a la Iglesia militante de Napal: Cristo está contra las religiones. Es la orientación tradicional de la teología, caracterizada por un cristocentrismo y un eclesiocentrismo excluyentes. Cristo y el cristianismo, según esta teoría, han de mantener una relación hostil con el resto de las religiones. Cristo es el único mediador de la salvación a través de la Iglesia, que se autodefine, a su vez, como mediación religiosa única de la salvación.
A continuación daremos dos ejemplos de estas características:
En su libro Comentarios Evangélicos[29] en el comentario sobre el relato del evangelio de Mateo en el Cap. 28 del 18 al 20 donde el Cristo resucitado les envía a instruir a las naciones en el camino de la salvación, Napal dice:

El bautizado debe cumplir la voluntad del padre, mantenerse fiel en el cuerpo místico del Hijo, secundar la acción del Espíritu Santo, obedeciendo con docilidad la influencia de la gracia. Debe cooperar con los cristianos en la defensa de la Iglesia y en la realización de sus fines.[30]

En su libro Junto al surco[31] utiliza la metáfora de arar el campo, de esparcir la semilla de la doctrina, una manera de describir su militancia como sacerdote católico, de penetrar en la tierra de la totalidad de las personas. La metáfora indica esfuerzo, trabajo y dedicación en enseñar y demostrar las virtudes de la Iglesia Católica, contra ideologías enemigas de la visión cristiana y de la tradición argentina.
En este libro, Napal compila un discurso pronunciado en la Academia del Plata, en Buenos Aires de 1918. El mismo lo titula Ser o no Ser,[32] donde demostrará que en esta militancia católica se es católico o se es anticatólico, para Napal en el Catolicismo Integral y militante no hay grises:

El grito de guerra a la tradición cristiana, ha resonado como una consigna. (...) Se blasfema de la patria y del ejército en ruidosas asambleas (...) ¡Es la apostasía, señores, impuesta por el miedo!(...) La resistencia implica organización y perseverancia (...) toleramos su intromisión en las manifestaciones principales de la vida, preparando así el advenimiento lógico del régimen colectivista, que es el más despótico de los sistemas. (...) Representamos valores sociales que deben emplearse en bien de los demás, en defensa del ideal cristiano, germen de todas las redenciones, de la patria, de sus glorias y de su porvenir.(...) Esa es la cruzada del progreso esencial (...) por medio de valientes misioneros que desagravian a la cultura cristiana (...) de las apostasías. (...) preparándonos a la gran batalla (...) ¿Por qué predicar, siendo así las cosas, el temor fatalista de los vencidos, antes de luchar, a la falange robusta y varonil que debe poner dique a la correntada, que con violencias de horda se acerca avasallante? (...) La actividad, la contraofensiva estratégica e inquietante producirá siempre en filas de nuestros adversarios un fulminante y estrepitoso desbordamiento de airada pasiones (...) producirá un fecundo movimiento de elevación material, intelectual y moral de la masa popular. (...) Jóvenes amigos: a conauistar las tribunas (...) que se escuche la palabra sugestionante de la propaganda espiritualista (...) Clarines de guerra llenan los espacios (...) Ser o no ser!.[33]

En este sacerdote podemos hallar el proceso cognoscitivo en el catolicismo integral de convertir lo relativo en absoluto. Transforma lo propio en algo absoluto con validez universal: esto es porque, primero, se acerca al texto o a la experiencia sagrada a partir de precomprensiones (desapercibidas la mayoría de las veces por el mismo actor) determinadas por la propia posición (personal, social, política, etc.), transformando así el texto o la experiencia en un espejo de los intereses propios; y, segundo, por adjudicarle una validez absoluta y universal a esta experiencia cognitiva o emocional necesariamente particular.
El fundamentalismo religioso del catolicismo integral y militante de Napal usa la alteridad sagrada como vía para reapropiarse de lo propio de manera nueva, o sea, como algo sagrado. La praxis social de esta militancia resulta por ende igualmente radical y orientada a penetrar toda la vida de la persona.
En el comentario del Evangelio de Mateo cap. 24 versículos 15 al 35 sobre los eventos últimos antes del fin, ante la aparición de falsos profestas, Napal comenta:

(...) los falsos profetas son apóstatas, que intentan legitimar las violaciones del decálogo, predicando el odio contra la propia madre, la Iglesia. (...)
No creamos en sus mentira ni en sus fábulas. (...) Seamos constantes en la fe sin escuchar a los herejes, (...).[34]

Con el concepto de apostasía comenzaremos a construir el mundo circundante de la Iglesia militante. El término “apostasía” significa “volverse atrás o recaer” es decir el rechazo total de la Fe cristiana.[35] En otras palabras, la apostasía es un abandono de la fe debido a la manifestación de Satanás (discurso maniqueo: Cristo y Satanás como extremos):

Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas de diabólicas.[36]

Una apostasía implica necesariamente una posición de la que se puede caer, es una profesión hecha que se abandona de una manera deliberada. La palabra describe de un abandono definido del verdadero cristianismo por parte de un profesante bautizado. Al calificar a todo grupo o individuo que esté en contra del imaginario y valores de esta Institución Católica como la apostasía, en su discurso Napal sustenta un pensamiento dicotómico o maniqueo.
Del relato bíblico sobre la acusación de los enemigos de Jesús que expulsaba demonios en nombre de Beelzebu, relato que se encuentra en el evangelio de San Lucas Cap. 11, versículos 14 al 28, Napal ahonda en esta división tajante entre lo bueno y lo malo:

No hay término medio entre Jesucristo y el demonio. Dios es la justicia, la verdad, el bien, la religión. El sólo tiene derecho de formular tan determinate afirmación: o con él, o con la verdad y la justicia y el bien, o con el mal, la mentira y la impiedad. (...)
Los disidentes (herejes y cismáticos) por tergiversar la doctrina y desobedecer al Vicario de Jesús, están contra el Redentor.[37]

Es indispensable llevar la palabra del Evangelio a la mayoría, a los que de otro modo jamás conocerán. (...) es necesario demostrar que la Iglesia no se inmoviliza (...) sino que valorando el sufrimiento y las perturbaciones materiales y morales (...) trata de suprimir las causas que la originan.[38]

Al dividir discursivamente su mundo circundante en el bien, la verdad, la justicia, valores que son depositarios naturales en la Institución Católica y el mal, la mentira, los que dividen, los herejes, los que no obedecen al Papa, justifica la actitud de militancia en contra del mal, utilizando un lenguaje de cruzada.
En su comentario del relato en el evangelio de San Juan en el cap. 15 en los versículos 26 y 27 y el cap. 16 en los versículos 1 al 4 sobre las persecuciones venideras que sufrirían los discípulos de Jesús:

Los apóstoles dieron su testimonio siendo fieles a Cristo. En tal sentido cada unos de nosotros puede asimismo dar testimonio de Cristo, con la conducta y las obras, con un conocimiento profundo de la religión, con una vida ejemplar. (...) La persecución ennoblece la lealtad. El valor se conoce y justiprecia en los momentos de prueba.[39]

Esta cruzada es calificada como prueba, como persecución, para este sacerdote hay que resistir pues el valor que deja esta actitud es noble.
En Juan Perón, es recurrente la misma forma de dividir el mundo circundante peronista: aquellos que están a favor de la política peronista y los que están en contra de la misma:

Recuerdo (...) estaba en la Secretaría de Trabajo, en 1944, que salía a la calle la F.U.B.A. y la U.D. (...) Hay que ganar la calle en un momento y en un lugar decisivo. Pretender tener siempre la calle es gastar fuerza y no ser nunca fuerte. (...) Después llamamos al gremio de la carne y les dijimos: “Muchachos ¿se animan con 500 bastones a salir a la calle?. Les dimos quinientos palos, salieron, ganaron la calle y los otros no la volvieron a recuperar más.[40]

Son las horas de prueba a que Dios nos somete y de las que sólo emergen los que fortalecieron su alma en la fe: esencia divina capaz de remover las montañas, realizar acciones inverosímiles y de llegar a convertir los sueños en realidad.[41]

Perón utiliza la misma terminología del mundo vital católicos al calificar su batalla contra los enemigos como prueba. La figura de remover montañas reviste al igual que en Napal la calidad de cruzada a su gesta.
Siguiendo la misma lógica del catolicismo militante e integral esta cruzada demanda esfuerzos en penetrar los corazones y voluntades de las personas.

Eso era lo que yo necesitaba para comenzar a conducir. Ya tenía una masa, todavía inorgánica (...) contaba con lo primero que se necesita para mandar y para conducir: contaba con el corazón de los hombres. (...) Esa es, quizás la primera condición para conducir. Es decir, actuar sobre el corazón de los hombres.[42]

Ese es el trabajo que debemos realizar. Hay que tomar uno por uno e irlos persuadiendo. (...) el arma de captación no puede ser otra que la persuasión, porque queremos hombres conscientes que sirvan conscientemente a la doctrina.[43]

Vale decir que el conductor (...) es también maestro que forma, que enseña, que va educando y que va conformando toda la organización y toda organización presupone dos cosas: la formación de todas las almas creando un alma colectiva que piense congruentemente y actúe congruentemente. (...) Son las almas las que llevan los cuerpos y no los cuerpos los que llevan las almas.[44]

Con eso nosotros hemos querido determinar que hay una condición que, en el que abraza la conducción, no puede faltar, que es la penetración, la penetración profunda.[45]

A estudiar las masas, a estudiarlas con sentido social, con sentido psicológico y con sentido sociológico, a penetrarlas, a aprender a conocer los designios de la masa, de la masa misma, porque somos encargados de servirla y debemos primero interpretarla para poder servirla.[46]

Al igual que en Napal, en el discurso de Perón se insta a utiliza la misma estrategia de penetrar la totalidad de las personas. Perón hace hincapié, que el lugar donde el peronismo debe tener presencia es en la conciencia de las personas, lugares donde el catolicismo tiene el objetivo de tener supremacía. Aquí tenemos el primer choque de mundos vitales. La batalla de ideas se desarrolla sobre el mismo campo.
¿Cómo legitiman Napal y Perón su discurso, para penetrar en las vidas de las personas? ¿Por qué uno y otro se consideran como lo bueno, la verdad, el único camino, lo que es aprobado por Dios en desmedro de otras posibilidades calificándolas como el mal, la apostasía, el enemigo, la decadencia...?
Los elementos que tanto uno como otros muestra como credenciales para legitimar su discurso son el legado histórico y la calidad de imperecedero y perpetuo del contenido, comparación de su doctrina con las ideas calificadas como decadentes propuestas por el materialismo social y el liberalismo económico y una descripción minuciosa de los enemigos disgregadores del aglutinante social: el anarquismo y el bolchevismo.
Consideraremos que “legitimar el discurso” es lo que desenmascara Horkheimer[47] con su “teoría crítica” que plantea la racionalidad como una crítica a todas las formas de ideología y dominio que aparecen en la sociedad, históricamente derivadas de un concepto de razón (como instrumento) que ha terminado por dominar al mismo hombre. Tanto el discurso de Napal como el de Perón buscan legitimar su discurso como dominación de la totalidad del hombre sin aceptar críticas.

2.1. El legado histórico

En la Iglesia católica se resume el legado tradicional de la nacionalidad. La Iglesia Católica fue un factor de importancia capital en la formación de la Nación:

La colaboración del clero en la obra emancipadora del Plata es de vigoroso e inconflundible relieve. (...) El objetivo de la predicación católica, continuando en la tierra el ministerio doctrinal del Maestro, consiste en llevar las almas a la vida cristiana por medio de la palabra (...) en la oratoria eclesiástica argentina que no sólo es didáctica sino impulsora al bien (...) contempla los problemas de carácter social, estudia sus aspectos materiales y morales y procura extraer del Evangelio las soluciones prácticas. Habla a sus oyentes en forma que todos entiendan. Se adapta, es popular. Es más católico(...).[48]

Napal en una descripción del Imperio Soviético,[49] ofrece mártires como ejemplos a seguir para sus contemporáneos:

(..) la persecuciones ha encarnizado con los católicos. El martirologio de sacerdotes y fieles, ocupa una página de honro en la historia contemporánea de la Iglesia.

Napal arguye razones pasadas y presentes para legitimar su mensaje, donde la Institución Católica es la capaz de impulsar al individuo hacia el bien: como lo hizo teniendo presencia en la gesta de independencia y con mártires actuales resistiendo lo embates del ateísmo, es la institución con mayor capacidad organizativa y doctrinal para guiar los designios de la Nación.
En el discurso de Juan Perón no encontramos legitimación sobre el legado histórico por ser un movimiento de reciente organización. Los depositarios naturales de ser los guardianes de la integridad y dignidad nacional son las Fuerzas Armadas, de las cuales él es un emergente:

(...) las Fuerzas Armadas (...) Nadie con más derechos que esos dignos guardianes de la herencia espiritual de la República y de las tradiciones que nos legaron nuestros antepasados (...) Comprendéis vuestra misión de custodios de la dignidad nacional (...).[50]

En el discurso del peronismo la legitimidad histórica se ira construyendo a partir de los logros sociales y económicos de la gestión del mismo como gobierno.

2.2. La Iglesia eterna

En el comentario final del relato del evangelio de San Mateo en el Cap. 28 del 18 al 20 donde el Cristo resucitado les envía a instruir a las naciones en el camino de la salvación:

Pasarán los hombres y los regímenes, las transformaciones sociales, políticas y filosóficas (...) pero Cristo será siempre el mismo, ayer, hoy, y después (...) Todo desaparecerá menos la obra del Señor, su Iglesia, que vivirá con él por toda la eternidad.[51]

Y en el comentario del pasaje del evangelio de San Juan cap. 6 en los versículos 56 al 59 sobre el sacramento de la eucaristía (úlitma cena de Cristo con sus discípulos):

En la comida nosotros dominamos la materia, asimilándola (...) En cambio la recepción eucarística, nos compenetra de la vida de Cristo, convirtiéndonos en templos vivos de la divinidad.[52]
(...) la Iglesia católica que perdura intangible, invariante y eficiente, sobreviviendo aun a aquellas transformaciones que emergen a la vida en períodos de convulsiones caóticas.[53]

Es inútil el empeño de sofocar el concepto de Dios y los ideales de fe, esperanza y caridad que del cristianismo emanan, La Iglesia crece y se expande después de veinte siglos con renovado vigor. Su vitalidad espiritual tiene el dinamismo de la hora primera y dominará todas las resistencias u oposiciones y transformará el alma de los individuos, de los hogares y de la sociedad.[54]

La Iglesia es una institución con presencia histórica profunda, habiendo resistido según Napal el paso de los siglos de forma indemne e inalterable. Posee el respaldo del poder de Dios que deposita en su Iglesia como el brazo ejecutor de su voluntad. Para Napal la Iglesia es la institución por encima de toda institución humana ya que su organización proviene de los designios divinos. Además la deidad vive dentro de cada individuo que participa del ritual eucarístico, teniendo las capacidades espirituales, éticas y morales para el desarrollo de actividades que engrandezcan a la Institución y por ende a la Nación.
Con respecto al componente eterno del movimiento peronista, veamos que nos dice su fundador:

(...) la parte Justicia Social contenida en nuestra doctrina (...) Sólo hay una parte de la doctrina que es eterna: la que cristaliza los grandes principios. Esa sí permanece siempre inmutable, y es sobre el fondo que se arman los grandes principios.[55]

(...) el Movimiento Peronista, cuando todos los dirigentes peronistas tengan las bases necesarias para proceder mejor cada vez, nuestro Movimiento será cada vez más poderoso y llegará a adquirir un grado absoluto de invencibilidad en el campo político. Porque ¿Qué podrán hacernos (...) frente a nuestra fuerza organizada y científicamente conducida en toda su gradación?.[56]

El peronismo tiene asegurada su eternidad institucional por dos razones: su basamento doctrinal son los grandes principios éticos y morales que no cambian, que son eternos y además al desarrollar y perfeccionar la dirigencia el movimiento adquirirá una estructura calificada por Perón como invencible en el plano político.
De esta manera nuevamente el catolicismo militante e integral y el peronismo legitiman su discurso con las mismas herramientas discursivas apelando al respaldo histórico de su acción y a la eternidad de su organización y enseñanzas demostrando su apoyatura divina en uno, su base en ideas eternas en otro.

2.3. La decadencia burguesa y el materialismo

Como ya se ha dicho, al construir el propio mundo vital, también se construye el mundo circundante que en nuestro caso hace que el discurso que desarrollen ambos movimientos con respecto al otro noético sea dicotómico y maniqueo.
A continuación describiré las otras estructuras eidéticas del mundo circundante del catolicismo militante e integral, en una primera instancia describiremos, siguiendo a Gurvitch en el plano simbólico, luego los valores que se contraponen y por último propongo un análisis de la estrategia del catolicismo militante en Napal para oponerse al avance de estos “otros”. En cada etapa nos preguntaremos ¿Comparte Napal la misma percepción que tendrá Perón de las otras estructuras noéticas? ¿Comparten estrategias? Veamos...
Napal en su viaje a bordo del buque escuela Fragata Presdente Sarmiento, como capellán de a bordo, en su libro Visiones... nos relata sus impresiones sobre la vida en Nueva York y posteriormente París.
Napal en Nueva York:

Ésta es –Nueva York- la cosmopólis del asombro (...) donde los oficiantes del becerro de oro no tienen ojos para ver ni corazón para sufrir, porque lo han dedicado en absoluto al ídolo absorbente e implacable. Su rito endurece el alma (...)[57]

Al llegar a la ciudad de París, centro cultural de Europa de esa época, Napal la describe de la siguiente forma:

Experimento la sensación, no sé por qué, de que sobre las significaciones históricas y pintorescas del pasado, se impone día a día el progreso burgués de una vida mediocre y brillante (...) Las reliquias de otros tiempos (...) quedan en segundo término.
La caravana de turistas que dejan su dinero sobrante, quiere novedad (...) No es necesario, ciertamente, que confundamos nuevo con bueno.[58]

Puédese afirmar que en París hierve el pensamiento (...) bibliotecas (...) museos y escuelas, facultades y centros de cultura, organizaciones de propaganda religiosa (...) Tales valores se oponen con éxito, como es lógico, al materialismo de aquellos centros donde se exalta a la humana abyección.[59]

Para Napal, Nueva York, centro financiero mundial y París, centro cultural y artístico de Europa, están en una decadencia moral por abrazar el materialismo, al dios dinero, provocando la parálisis espiritual del individuo:

(...) el concepto materialista de la vida, imposibilita para la abnegación, determina la parálisis espiritual y suprime el heroísmo.[60]

Es cruelmente pagano el criterio materialista, que contempla al hombre como un animal doméstico, que una vez agotado en el trabajo y sin capacidad para prestar nuevos servicios, es arrojado con fría indiferencia al desamparo (...)[61]

Napal repudia todo tipo de materialismo pues para él no solamente es la fuente de decadencia espiritual sino degrada al hombre al nivel de la animalidad, siendo usado a conveniencia por los grandes conglomerados económicos.
Encontramos en Juan Perón opiniones análogas a las de Napal :

Podríamos decir que hay dos tipos de hombres: los que están inspirados en sentimientos idealistas forman la legión de los estoicos, sirviendo a los demás, en tanto que los materialistas se sirven sólo a sí mismos.[62]

Perón enfoca el problema del materialismo desde otro punto de vista: el materialismo fomenta el egoísmo.
Napal Analizando la cultura occidental, diagnostica que estamos asistiendo a su total decadencia, caracterizada especialmente por la crisis de la religión, cuya manifestación es el triunfo del dinero sobre todos los valores. En Perón el análisis es más causal, el dinero se convierte en dios por causa del egoísmo, fuente de toda degradación social.
Napal y Perón hacen una crítica severa contra aquellos individuos cuya vida cotidiana está dominada por el materialismo, una vida egoísta y esclava del dinero.



3. Los otros noéticos amenazadores

En el mundo vital de Napal la lucha se reduce al Espíritu contra el demonio: De la "realidad" de Dios se deduce, por lógica, la "realidad" de Satanás. Esto lleva a suponer un conflicto de fondo entre Dios y su adversario Satanás (que en su relación con los seres humano es igualmente poderoso), así como entre sus respectivos poderes. Los creyentes participan en esta lucha por medio de su identificación con el Espíritu. Se analizaron dichos de Napal de como defender a la Iglesia y que a través de la eucaristía el cuerpo de la divinidad está dentro de la individualidad.
Si la lucha con el otro noético se lo lleva al plano "sobrenatural", se escinde el mundo entre el bien y el mal. Ambos están en pugna con lo otro, lo ajeno, el adversario, mientras que lo propio se transforma en lo absolutamente bueno. De aquí que se demostró el carácter maniqueo del discurso.
Los conflictos sociales, representados en el plano "sobrenatural" como un antagonismo cosmológico fundamental, se proyecta, ahora comprendidos de esta nueva manera, a su vez sobre el plano social. La ganancia es que ahora la posición propia de los actores aparece como legitimada y autorizada por Dios.
El antagonismo cosmológico introduce una estructura fundamental que contrapone lo bueno, lo propio, lo interno (individual y colectivo), al mal, ajeno y externo.

3.1. El liberalismo y el capitalismo

En el viaje ya citado, en la Fragata Sarmiento, al llegar a Inglaterra debieron permanecer un tiempo en los astilleros de Birkenhead, cerca de la ciudad industrial de Liverpool. Allí pudo percibir la realidad del obrero inglés:

La masa obrera habita en las inmediaciones de los astilleros (...) La salida de los obreros del arsenal, es un espectáculo digno de observación. Una columna compacta de seis mil hombre, luego de angostarse al trasponer los portones, se desparrama negreante sobre la amplia avenida. (...) Prepondera en la masa el tipo delgado. La alimentación deficiente, el hacinamiento doméstico en cuartujos sórdidos y, como fatal complemento, el hábito de la embriaguez dominante, los descarna y los entrega, con plazo vario, a la miseria.[63]

Napal aborrece las consecuencias de explotación del liberalismo y capitalismo:

Para la doctrina clásica del liberalismo (...) Le basta imponer salarios de hambre, distribuir pésima alimentación, establecer horarios excesivos, mantener locales insalubres, aprisionar en condiciones crueles a mujeres y niños. (...) La sociedad que así procede va en contra de la justicia, contra el derecho, contra el interés común, contra el bien individual, contra la paz.[64]

(...) el concepto pagano del hombre-máquina difundido por la burguesía liberal[65]

El liberalismo en la concepción de Napal está diametralmente opuesto al plan de Dios para el hombre.
En el Presidente Perón, el análisis es más económico llegando a las mismas conclusiones de Napal

Yo digo que cuando nosotros decimos en el Justicialismo el capital está al servicio de la economía, establecemos una cosa nueva, ¿En qué consistía la antigua teoría capitalista? En tener la economía al servicio del capital, y para eso toda la economía capitalista fue basada en un gran principio de economía pura.[66]

¿A dónde va a ir, en cambio el capitalismo? ¿Cuál es su doctrina? Ellos tienen táctica, pero no una doctrina. ¿A dónde van? ¿Cuáles son sus ideales? Amasar dinero, formar grandes compañías, gastar todo lo que acumulan dentro de ese círculo vicioso de su dinero y de su negocio.[67]

La lógica del capitalismo según Perón, es una lógica pragmática donde el fin justifica cualquier medio. Y el fin del liberalismo económico es el dinero.

3.2. Los subversivos: El anarquismo y el bolchevismo

Así califica Napal a las ideologías que están en contra de la nacionalidad, de la tradición y del catolicismo:

Los sofistas prefieren los centros de cultura para la realización de campañas subversivas. A manos llenas siembran al duda, el equívoco y el ridículo y llevan la perturbación a la inteligencia humilde del pueblo desfigurando dogmas con sutileza de falaces raciocinios.[68]

El estallido social del imperio ruso que originó la exaltación demagógica, tuvo una sacudidora repercusión en nuestro pueblo. El encono anticatólico (...) Por la acción perturbadora de doctrinas importadas, nosotros, argentinos (...) resultábamos extranjeros indeseables en nuestra propia ciudad.[69]

En la 7ma. Edición del libro de Napal, El imperio Soviético,[70] de mayo de 1933, aparece anexado un último capítulo donde denuncia la Infiltración comunista en el Río de la Plata; denunciando las actividades de subversión:

Los agitadores de profesión, advertidos por la doctrina y la experiencia de los maestros rojos, de antiguo tienen el convencimiento de que la masa acosada por la indigencia, es materia apta para la subversión. (...) doctrinas subversivas también excitan eco en algunos sectores del magisterio, en colegios y en las universidades.[71]

Napal se enfrenta a estructuras noéticas que proponen sociedades sin vértices ni centros[72] y cuya evolución no permite tener expectativas acerca de volver a recuperar la linealidad del pensamiento y de la acción. La bifurcación temporal, el fragmento y la diferenciación son fenómenos caóticos sociales difícilmente asimilables por posiciones estables, estructuradas, racionales como las del catolicismo militante e integral.
La misma sensación de amenaza y de infiltración del otro, presente en el discurso del presidente Perón:

No ignoro que en la lucha entablada por los enemigos de la recuperación nacional abundan los que procuran introducir la discordia, sembrar la confusión, provocar la alarma, formular la difamación de nuestros hombres y de nuestros procedimientos.[73]

Frente a este programa realizado, se han levantado verdaderas campañas de rumores, de desprestigio, de calumnias de todo orden, (...). Es el tributo que debemos pagar al bien de la Patria. Las promueven los grandes consorcios y los que siempre comerciaron con el patrimonio y la dignidad de los argentinos.[74]

Para el peronismo los enemigos son económicos que promueven y generan inestabilidad política y social.

4. La estrategias del catolicismo militante

Habiendo delimitado y descripto los enemigos cabe preguntarnos: ¿qué herramientas utilizó el catolicismo militante e integral y el movimiento peronista para contrarrestar y neutralizar estas influencias rotuladas como disolventes? Es decir ¿Sobre qué elementos basó su edificio, su fortaleza y su ofensiva? ¿Qué estrategias utilizó uno y otro para “penetrar” en la totalidad de los individuos?
En su libro Junto al Surco, Napal nos informa sobre las estrategias seguidas por el catolicismo militante:

(...) debe vibrar con resonancia de poderosa elocuencia la palabra del sacerdote propiciando una transformación social (...) Hay que enseñar a las diversas clases del pueblo argentino (...) que la Iglesia se esforzará por conservar siempre aquello que en la vida represente cultura, progreso y civilización, en el sentido social de los vocablos pero comprometiéndose asimismo a promover una modificación fundamental de los factores que en el orden jurídico y económico han determinado la perturbación que agita al mundo. Por el olvido sistemático de los principios cristianos.[75]

Que se haya iniciado y organizado en el país (...) con éxito alentador la propaganda, a base de conferencias populares, especialmente en los barrios obrero. Frente a la cátedra callejera de las agrupaciones extremistas, los católicos han levantado su tribuna y la aparición del sacerdote (...) Si éstos no acuden al templo, hace obra apostólica el clero, al salir a buscarlos.[76]

(...) operar primero la transformación de los individuos, saturándolos de principios y energías cristianos, a fin de que su irradiación pueda realizarse luego saludablemente sobre la sociedad.[77]

Conferencias, copar las tribunas, saturar a los individuos, conforman las acciones del catolicismo integral.
El peronismo teniendo el mismo diagnóstico de la realidad, ofrece estrategias simliares:

Decía que la segunda función que yo asigno a la escuela es unificar e inculcar nuestra doctrina en la masa. (...) Lo importante en las doctrinas es inculcarlas, vale decir, que no es suficiente conocer la doctrina: lo fundamental es sentirla, y lo más importante es amarla.[78]

La enseñanza, el adoctrinamiento, bases para contrarrestar los embates ideológicos de los enemigos. Inculcar la doctrina será orientando, no solo al intelecto, sino también a la vida emotiva. La persona debe sentir la doctrina como propia.
Para intentar una clarificación de las estrategias utilizaremos el concepto de monoteísmo ontológico (realidad única).[79] La vieja distinción que afirmaba que sólo había el ser (único, estable, desconocido, verdadero) y que lo múltiple era la “realidad” aparente de los entes sometidos a la temporalidad, la fugacidad y la muerte. Por tanto sólo había una realidad, una verdad, un bien, una belleza, una justicia y sus correlatos empíricos y simbólicos “un monarca, un imperio y una espada” en nuestro caso “una Iglesia” o “un movimiento”. El principio orientativo de la producción del conocimiento la constituye la comparación asociativa (lo desconocido a través de lo ya conocido), o analógica que busca una reducción a la unidad de la identidad. Esta identidad se establece de una vez por todas, aislada del tiempo, a través de una serie de características substanciales claramente definidas. Existe un modelo racional construido conceptualmente al cual se tiene que adecuar todo aquello que pretendiera ser real. El “Lebenswelt” mundo vital del catolicismo y del peronismo, ya no es un horizonte generalizado de comprensión de la realidad humana sino la perspectiva de interpretación de los sucesos cotidianos que proporciona una seguridad ontológica fragmentaria mediante la absolutización del presente como única vivencia del tiempo.
¿Qué elementos utilizan para la absolutización del mundo vital?
Tanto el catolicismo integral como el peronismo utilizarán la argentinidad y la tradición, la doctrina de la justicia social, la latinización y el americanismo, como elementos ontológicos para la absolutización del presente, componentes del modelo racional de ambos.

4.1. Tradición Dios y Patria: la argentinidad

En el acto de 1934 organizado por la Prefectura General, en conmemoración del 9 de julio de 1816, en el puerto de Buenos Aires y como Vicario de la Armada diría:

(...) frente al río (...) escenario de las gloriosas acciones de los marinos de emancipación, la prefectura General, haya invitado al pueblo a una ceremonia dos veces valiosa, porque vincula a Dios y a la Patria, a la tradición cristiana de los antepasados y a su patriotismo ardiente.[80]

La Unión Popular Católica Argentina (...) La institución liga íntimamente el concepto religioso con el sentimiento nacionalista. Dios y Patria, pues constituyen los fundamentos de su ideario. En ellos finca la esperanza de toda redención.[81]

La argentinidad, el sentimiento nacionalista, las instituciones “históricas” serán, para Napal, los elementos para la delimitación del otro externo e interno en la construcción imaginaria de la nacionalidad.
La devoción mariana, cuya importancia en Argentina ha sido más de una vez destacada por la enérgica oratoria de Napal, cimentan la noción de unidad nacional en la cual las diferencias étnicas o de clase son relegadas a un segundo plano porque todos los argentinos, son uno en su devoción a la Virgen María.[82]
Napal fue el principal promotor del culto a la Virgen bajo la advocación de Stella Marís, siendo declarada por el Ministerio de Marina patrona de la Armada Nacional por Orden General Nº199 del 18 de agosto de 1937:[83]

El nombre de María, que ostenta la Madre del redentor, encierra un hermosos simbolismo, pues según autoridades intérpretes, significa etimiológicamente, Stella Maris, estrella de Mar. (...) Para sortear escollos de obscuros instintos (...) es preciso tomar ppor quía a la que es Madre de los cristianos. (...) la figura de la Madre celeste, que envuelve a la nave en una atmósfera de espirituales sugestiones.[84]

Las organizaciones de orientación católicas, en especial aquellas cuya penetración se realiza en las capas populares, son para Napal la principal reserva de la nacionalidad:

(...) los Círculos Obreros (...) La institución liga íntimamente el concepto religioso con el sentimiento nacionalista. Dios y Patria, pues constituyen los fundamentos de su ideario. En ellos finca la esperanza de toda redención. (...) es indispensable hacer tarea de unificación, imprimiendo individualidad argentina a las generaciones nuevas. Requiere modelar las almas al calor de las sanas y fuertes tradiciones, creadas con honor y sacrifico, trabajo y abnegación, por nuestros antepasados. (...) la enseñanza de patriotismo que imparten los Círculos de Obreros, que así cooperan con la unidad nacional.[85]

El peronismo compite en esta representación con el catolicismo:

Es junto a la fe, la austeridad (...) es junto a la fe, la solidaridad (...) es junto a la fe, la lealtad, que enaltece la propia estimación (...) todos los hombres de armas para realizar acciones de contenido heroico y de trascendencia legendaria. (...) como véis, han sido y siguen siendo virtudes del alma argentina.[86]

Había, pues, que recurrir, una vez más, a las virtudes patricias que dormían en el alma argentina. (...) Despertó en la maravillosa intuición del pueblo; en la confianza que éste puso en la capacidad de recuperación de sus hijos (...).[87]

Para esa recuperación del espíritu nacional es necesaria también la conquista de la independencia económica de nuestra Patria (...).[88]

(...) puede un argentino pensar de distinta manera que otro argentino (...) pero hay aspectos (...) no podemos pensar sino de una sola manera; (...) destinada a la defensa de los grandes objetivos de la nacionalidad.[89]

Lo que interesa decir ahora es lo que tiene dentro del Peronismo, lo que representa para la nacionalidad, lo que representa para el futuro del pueblo argentino. Tenemos que proclamarlo en todas partes y a toda hora.[90]

El peronismo como movimiento representa los valores más íntimos de la nacionalidad, y son el reaseguro de las políticas que representan los intereses que representen dichos valores.

4.2. La Justicia Social y el bien común.

La noción de justicia social que el peronismo adoptó como central a su ideario, que llamó justicialista, fue introducida al mundo político por los documentos de la Iglesia Católica, dados a conocer en los años 1930-40.
La Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, difundida en 1891, sentó las bases de la doctrina social.[91] Aunque en documentos anteriores se realizaba una observación crítica, es en este texto donde se expresaron las consecuencias negativas del capitalismo liberal de la primera revolución industrial y se defendió la legitimidad de la sindicalización obrera y de la lucha de los trabajadores por mejores condiciones de trabajo. Este pensamiento fue retomado y profundizado en 1931 por la Encíclica Quadragesimo Annus[92] del Papa Pío XI. En ella, se ratificó la concepción reformista cristiana como solución no-comunista de la crisis mundial que estalló en 1929 y que puso en duda la viabilidad del capitalismo. Asimismo, fundamenta el rol del Estado, que no debe permanecer neutral ante conflictos sociales, pregonando el principio de subsidiariedad, para indicar que existen dones que le pertenecen al hombre que le deben ser otorgados sin exigir nada a cambio, en caso de que no posea la capacidad material de obtenerlos.

En el discurso pronunciado en el Primer Congreso de los Católicos Sociales de la América Latina, en Buenos Aires, en 1920, Napal ahondará en el tema de la Justicia Social donde las organizaciones obreras será el generador del cambio:

Después de varios siglos en que minorías privilegiadas, más o menos capaces, con mayor o menor honradez, han dirigido los destinos de la humanidad, usufructuando en beneficio propio los resultados del trabajo colectivo, les llega el momento a los organismos obreros de intervenir en la gestión principal de la cosa pública.[93]

Desde leyes de accidentes de trabajo, casas baratas y jubilación de empleados y obreros ferroviarios, amparadas con brío y desinterés por entidades como la de los Círculos de Obreros Católicos (...).[94]

(...) la Iglesia (...) Aspira a ser el alma de las organizaciones materiales, de los hechos económicos, en cuánto éstos recibiendo el influjo vivificante de su espíritu –que es la justicia y caridad- se encaminan a la consecución del bienestar común.[95]

La Iglesia tiene la capacidad organizativa y moral de llevar adelante entre y con los obreros los logros de la justicia social.

En Perón se puede ver su forma de presentar el concepto justicia social:

(...) fui llamado por el pueblo en una hora grave de la historia del mundo, para que levantara y mantuviera en alto la bandera de la justicia social, de la recuperación nacional y de la soberanía junto a la enseña bendita de la Patria.[96]

Comprensión entre hermanos, solidaridad social y abnegación en todos los actos de la vida, son los móviles que inspiran la política de mi gobierno en cuanto se refiere a la implantación de una verdadera justicia social.[97]

El peronismo comparte los objetivos de la justicia social con el catolicismo integral. La discrepancia surge sobre quién o quiénes llevan adelante el modelo. Perón se presenta como el principal garante de dichos objetivos, teniendo un programa personalista cuyo brazo ejecutor es el programa político de su gobierno; en cambio el catolicismo integral propone que la misma Iglesia es la adecuada para tal fin a través de organizaciones que sigan los lineamientos doctrinarios de las encíclicas.

4.3. Por una nueva latinización.

Napal describe a la inmigración italiana y española en la patagonia como:

(...) los solares de los inmigrantes ingleses primitivos, al fraccionarse y venderse, son adquiridos por españoles o italiano, excelentes agricultores, que hacen prosperar la zona y que también modifican, latinizándola, la modalidad del conjunto.[98]

Llamaremos “latinización” a "totalidades sociales absortas en sí mismas”[99], en las "propias clasificaciones que nos separan de los demás", obsesionados por "defender la integridad del grupo y mantener la lealtad hacia él". En sus crónicas a bordo de la Fragata Sarmiento sobre su llegada a Nueva York, Napal, desarrolla una apología sobre la “gesta” conquistadora española en contra de la pretendida superioridad de la progenie sajona sobre el linaje latino. Según Napal esta forma de pensar acusa un defecto de información.[100]

Los españoles (...) Venían empujados por el anhelo de la gloria, por el deseo de extender los dominios de su rey, por la idea de difundir la enseñanza del Evangelio y por la esperanza de lograr una recompensa proporcional a sus trabajos. (...) llevaron a cabo proezas mil, realizaron hazañas que superan en audacia y heroísmo a las ficciones de los viejos y sublimes poemas de la humanidad.[101]

Para Napal, por encima del desarrollo económico sajón, el legado español nos ha dejado:

(...) el progreso en sus múltiples manifestaciones materiales, por encima de él coloca los valores espirituales: el ideal, la dignidad cívica, el honor del hogar, la moral de las costumbres, el sacrificio, la sensibilidad artística, dones sagrados transmitidos con la sangre y las tradiciones, desde el viejo al nuevo mundo, con la civilización cristiana de los hispanos, para gloria inmortal de nuestra raza.[102]

En su discurso a la Academia del Plata, Napal arenga:

No abandonemos en la hora de la brega la espada de los combates. Es la lucha movimiento y entusiasmo, decisión, sacrificio y vida.
Las virtudes de la patria, su tradición –savia de la raza, pujanza de la estirpe, alma viva y sagrada de la nacionalidad- piden la ofrenda de varoniles energías (...).[103]

Las mayores virtudes de la latinidad heredada de la cultura hispánica son valores espirituales demostrados en una producción cultural y moral que muestra la grandeza de la raza. Napal, fervorosamente insta a no abandonar estos ideales sino a desarrollarlos, agregan a nuestra nacionalidad la grandeza del legado español.
La latinidad de Perón se basa en otros legados culturales:

Dicho en otras palabras: la Argentina, nuestra Argentina, se encuentra hoy en condiciones inmejorables para provocar un nuevo renacimiento de la cultura occidental, de la cultura humanística grecolatina que, bajo la señal de la Cruz y por obra y sangre de España, floreció en tierra americana.[104]

No solamente limita nuestro legado al pasado español, sino que este es fruto de culturas más antiguas, la cultura humanística grecolatina. En la estirpe latina descansa los principales valores humanísticos de la cultura occidental. Perón, humaniza la señal de la cruz, síntesis de los valores éticos y morales de la cultura grecoromana. Considera a la Argentina bajo el liderazgo de su gobierno está en inmejorables condiciones para que sea la avanzada para penetra con una nueva latinidad en toda América.

4.4. El Americanismo.

Para Lezama Lima, la historia de América es un devenir ascendente cuya continuidad está garantizada por el sujeto rebelde que surge como producto de la simbiosis cultural americana y la decadencia del continente europeo. En Lezama el americanismo[105] pretende rendir cuenta de la especificidad histórica y geográfica de Latinoamérica; este proyecto cultural intenta asimilar elementos de la teoría americanista que valorizó el pasado colonial, el mundo amerindio, el regionalismo y el nacionalismo latinoamericanos. La expresión americana exalta la recepción mestiza de las influencias extranjeras y pone de manifiesto la tesis de la transculturación, pues se trata de aglutinar cosmogonías pre-colombinas, las crónicas de la Conquista, el arte barroco y los rebeldes románticos como José Martí,[106] pasando por la vanguardia poética.
Existe un americanismo cultural propuesto por las burguesías nacionalistas latinoamericanas con afán de autonomía que tendió a redescubrir la época colonial y el mundo amerindio. El americanismo cultural, a pesar de sus serias limitaciones, abría paso a una historia de la cultura popular latinoamericana. En este contexto Napal desarrolla su concepto americanista.
Napal en el cierre de su discurso en el primer Congreso de los católicos Sociales de América Latina, en Buenos Aires, en 1920 propone con fervor la unión bajo el signo del catolicismo de toda latinoamérica, siguiendo el legado del pensamiento político de Bolívar tendiente a crear la federación latinoamericana:[107]

El Congreso al definir en forma precisa, cuál es su pensamiento respecto de la sindicación, establece la línea de conducta y de acción a seguirse en el vasto continente y cimenta de hecho el intercambio espiritual, la fraternidad de las corporaciones católicas, destinada a producir incalculables frutos. (...) Desde Méjico a Buenos Aires predicará y practicará el mismo programa, con la misma energía e idéntica esperanza. (...) de esta suerte en todas las repúblicas, el catolicismo irá a la vanguardia del movimiento social.[108]

En Perón el americanismo se traduce en posiciones políticas regionales contra el avance políticos norteamericano y su propuesta panamericana:

(...) vocación americanista (...) Somos decididos partidarios de una efectiva aproximación espiritual de los pueblos de América y de la recíproca colaboración en el campo económico.[109]

Mis opositores, los mismos que antes vendieron sus conciencias a los opresores económicos y políticos de la Nación proclaman que nuestra política internacional está manchada por la sombra del sometimiento, porque hemos firmado el Pacto Americano.[110]

Tanto Perón como Napal, coinciden en la necesidad de que América Latina debe unirse en desarrollo de políticas económicas y sociales conjuntas. Una vez más las divergencias entre ambas posiciones están en quién lleva adelante el proceso. En uno la dirigencia peronista en otro la Institución Católica.


5. Conclusión:

Con Napal hemos podido reconstruir el mundo vital del Catolicismo militante e integral y compararlos con el mundo vital del peronismo.
El conocimiento eidético del mundo vital del catolicismo integral se convierte en estructuras noéticas que convierte lo relativo en absoluto. Transforma lo propio en algo absoluto con validez universal: Apostatas, falsos profetas, ideólogos disolventes, enemigos de lo nacional, enemigos de Cristo, desobedientes al Papado, son aquellos que poseen otras estructuras noéticas de su mundo circundante.
Al dividir discursivamente su mundo circundante en el bien, la verdad, la justicia, valores que son depositarios naturales en la Institución Católica y el mal, la mentira, los que dividen, los herejes, justifica la actitud de militancia en contra del mal, utilizando un lenguaje de cruzada.
Los elementos que tanto uno como otro muestra como credenciales para legitimar su discurso son el legado histórico y la eternidad de sus movimientos, el discurso dicotómico y la denuncia de los enemigos disgregadores del aglutinante social: el anarquismo y el bolchevismo. Tanto en el discurso de Napal como el de Perón se buscan legitimar su discurso como dominación de la totalidad del hombre sin aceptar críticas.
La Iglesia es parte fundacional de la Nacion y depositario natural de los designios divinos. El peronismo es la síntesis de la heroicidad e ideas de igualdad del ideario independentista. La Iglesia es eterna, el peronismo es eterno en su doctrina y en su organización.
El materialismo como enemigo común a ambos, desplaza a Dios por el dinero desde la óptica de Napal; desarrolla una sociedad basada en el egoísmo, bajo la lupa de Perón.
El liberalismo, el anarquismo y el bolchevismo son los principales focos de maldad, estando en contra de la voluntad de Dios alejando al hombre de la religión.
Es por ello que tanto el catolicismo como el peronismo coinciden en la estrategia que a través de la enseñanza y el adoctrinamiento, se podrá contrarrestar los embates ideológicos de los enemigos.
El “Lebenswelt” mundo vital del catolicismo y del peronismo, ya no son un horizonte generalizado de comprensión de la realidad humana sino la perspectiva de interpretación de los sucesos cotidianos que proporciona una seguridad ontológica fragmentaria mediante la absolutización del presente como única vivencia del tiempo.
En esta absolutización el peronismo comparte los objetivos de la justicia social, la latinización y la americanización, con el catolicismo integral. Perón se presenta como el lider natural para estos objetivos, en cambio el catolicismo integral propone que la misma Iglesia es la adecuada para tal fin a través de organizaciones que sigan los lineamientos doctrinarios de las encíclicas.
En definitiva los mundos vitales católico integral y peronista son idénticos en su discurso y en su construcción de sus mundos circundantes, La divergencia se halla en quién es el que lleva adelante las estrategias de penetración propuestas para avanzar sobre la totalidad de las personas.
Ambos desarrollan la misma estructura eidética y de noética de su mundo circundante. Es decir católico o anticatólico, se es peronista o antiperonista. Es en este punto donde el catolicismo integral se convierte en el otro noético del mundo circundante peronista y el peronismo como el otro noético del mundo circundante del catolicismo integral. La batalla de ideas se desarrolla sobre el mismo campo.





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[1] Husserl, Edmund; Ideas relativas a una fenomenología pura y una fenomenología fenomenológica, México, F.C.E., 1949, p.108 –110.
[2] Ibíd., P. 169.
[3] Ideas para una fenomenología pura, en F. Canals, Textos de los grandes filósofos. Edad contemporánea. Barcelona Herder, 1990, 4ª. ed., p. 195-206.
[4] Sinónimo, en la práctica, de Weltanschauung, visión del mundo, cosmovisión e imagen del mundo, términos que expresan una «visión» global del conjunto del universo con la que el hombre intenta captar el sentido que éste tiene para el hombre, no meramente desde una perspectiva teórica, sino también vital, con el objetivo tácito o explícito de que le sirva como marco orientativo de su acción práctica.
[5] Mallimaci, Fortunato; “El catolicismo argentino desde el liberalismo integral a la hegemonía militar”, en: 500 años de cristianismo en Argentina. Buenos Aires, CEHILA- Centro Nueva Tierra, 1992, p. 259.
[6] Consideraremos maniqueo a la tendencia a dividir, de forma simplista y sin fundamento, opiniones, actitudes y personas en buenas y malas, sin atenerse a la prudencia de tener en cuenta los matices que la realidad exige.
[7] Vierkandt, Alfred; Teoría de la Sociedad, en Timasheff, Nicholas, La Teoría Sociológica. 11ª edición, México, F. C. E., 1984, p. 332.
[8] Vierkandt llama conceptos primarios a aquellos que no pueden ser deducidos de otros conceptos.
[9] Gurvitch, Georges; Ensayos de sociología en Timasheff, Nicholas, La Teoría Sociológica. 11ª edición, México, F. C. E., 1984, p. 334.
[10] Santillán, Diego; Gran Enciclopedia Argentina. Buenos Aires, Ediar Sociedad Anónima de Editores, 1959.
[11] Napal, El Escritor, El Orador, El Apóstol. Buenos Aires, Editorial Stella Maris, 1941, p. 71.
[12] Napal, Dionisio R. Semana Social, op. cit., p. 21
[13] Ibíd., p. 100.
[14] Napal, Dionisio R. Semana Social. Realizada por los Círculos Obreros sobre el tema La familia Católica. Buenos Aires, Junta de Gobierno de los Círculos de Obreros, 1927, p. 25.
[15] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit., p. 12.
[16] Napal, El Escritor, El Orador, El Apóstol. Buenos Aires, Editorial Stella Maris, 1941, p. 110.
[17] Ibíd., p. 133.
[18] Ibíd., p. 226.
[19] Napal, El Escritor, El Orador, El Apóstol, Op. Cit., p. 148.
[20] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit., p. 12; Napal, Dionisio R., Junto al Surco. Buenos Aires, Agencia general de librería y publicaciones, 1926, p. 287; Napal, Dionisio R. Semana Social, op. cit., p.315.
[21] Napal, Dionisio P., Junto al Surco, op. cit., p. 248.
[22] Napal, El Escritor, El Orador, El Apóstol, op. cit., p. 83.
[23] Volksverein en Di Stefano, Roberto y Zanatta, Loris; Historia de la Iglesia Argentina. Buenos Aires, Grijalbo, 2000, p. 371.
[24] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 288.
[25] Ibíd., p. 72.
[26] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit., p. 9.
[27] Ibíd., p. 11.
[28] Tamayo, Juan José, Fundamentalismo y diálogo interreligioso, en Religión, religiones, identidad, identidades. Minorías. Actas del V Simposio de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones. Valencia 1-3 de febrero de 2002 (ed. De F. Amérigo), SECR-Bancaixa, Valencia, 2003, pp. 37-63
[29] Napal, Dionisio P., Comentario Evangélico, para los domingos y fiestas del año eclesiástico. Buenos Aires, Editorial Stella Maris, 1937, 650 p.
[30] Ibíd., p. 357.
[31] Napal, Dionisio P., Junto al surco, op. cit., p. 4.
[32] Ibíd., p. 209.
[33] Ibíd., p. 211-227.
[34] Napal, Dionisio P., Comentario Evangélico, op. cit., p. 582.
[35] Catecismo de la Iglesia Católica, # 2089. Donde es un pecado contra la fe y contra el Primer Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas.
[36] 1ra. carta del Apóstol San Pablo a Timoteo cap. 4 vs. 1, en Biblia de Jerusalén; Bilbao, Desclée de Brouwer, 1967.
[37] Napal, Dionisio P., Comentario Evangélico, op. cit., P. 214.
[38] Napal, Dionisio P., Junto al surco, op. cit., p. 294.
[39] Napal, Dionisio P., Comentario Evangélico, op. cit. P. 335.
[40] Perón, Juan; Conducción Política. Buenos Aires, Fundación Integración Americana e Instituto de Estudios Peronianos, 1995, p. 136.
[41] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de la Fuerzas Armadas, realizada el 5 de julio de 1946 en Les Ambassadeurs.
[42] Perón, Juan; Conducción Política. op. cit., p. 59.
[43] Ibíd., p. 62.
[44] Ibíd., p. 196.
[45] Ibíd., p. 25.
[46] Ibíd., p. 279.
[47] Horkheimer, Max; Teoría critica. Barcelona, Barral, , 1973, pp. 175-176.
[48] Napal, Dionisio P., Junto al surco, op. cit., p. 231-236.
[49] Napal, Dionisio R. El Imperio Soviético. 1ra. Edición, Buenos Aires, Imprenta López, 1932, 272p.
[50] Discurso del Coronel Perón en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, efectuada el 5 de julio de 1947 en Les Ambassadeurs.
[51] Napal, Dionisio P., Comentario Evangélico, op. cit., p. 359.
[52]Ibíd., p. 367.
[53] Napal, Dionisio P., Junto al surco, op. cit., p. 289.
[54] Napal, Dionisio R. El Imperio Soviético, op. cit, p. 119.
[55] Peron, Juan; Conducción Política, op. cit., p. 72.
[56] Peron, Juan; Conducción Política. op. cit., p. 278.
[57] Napal, el Escritor, el Orador, el Apóstol. op. cit., p. 202.
[58] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit., p.169.
[59] Ibíd., p. 171
[60] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 216.
[61] Ibíd., p. 254.
[62] Discurso del Presidente Perón en el acto de homenaje tributado al presidente y a su esposa por los suboficiales de las Fuerzas Armadas el 25 de enero de 1951, realizado en la quinta presidencial de Olivos.
[63] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit.,, p. 260, 261.
[64] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 244.
[65] Ibíd., p. 253.
[66] Perón, Juan; Conducción Política, op. cit. p. 73.
[67] Ibíd., p. 229.
[68] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 209.
[69] Napal, Dionisio R. Semana Social. Op. cit., p.318.
[70] Napal, Dionisio P., El Imperio Soviético. 7ma. Edición, Buenos Aires, Editorial Stella Maris, 1933, 290 p.
[71] Napal, Dionisio P., El Imperio Soviético. 7ma. Edición, op. cit., 244-246.
[72] Luhmann, Niklas, 1999, Teoría de los sistemas sociales II: artículos, México, U.Iberoamericana, 1999, 231 p.
[73] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, efectuada el 5 de julio de 1947 en Les Ambassadeurs
[74] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de la Fuerzas Armadas, realizada el 5 de julio de 1949 en Les Ambassadeurs.
[75] Napal, Dionisio P., Junto al surco, op. cit., p. 238.
[76] Ibíd., p. 236-237.
[77] Napal, Dionisio R. Semana Social, op. cit., p.316.
[78] Perón, Juan; Conducción Política, op. cit., p. 14.
[79] Pintos, Juan Luis; Construyendo realidades: los imaginarios sociales. Departamento de sociología y ciencia política de la Universidad de Santiago de Compostela en www.gceis.org.

[80] Napal, el Escritor, el Orador, el Apóstol, op. cit., p. 160.
[81] Ibíd., p. 94.
[82] Linkoge S., The Revolution and the Virgin Mary: Popular Religion and Social Change in Nicaragua citado en Martín, Eloísa; Aparecida, Guadalupe y Luján como símbolos religiosos y nacionales: un análisis comparativo. 1998.
[83] Napal, el Escritor, el Orador, el Apóstol, op. cit., p. 245.
[84] Ibíd., p. 234.
[85] Napal, Dionisio R. Semana Social. Op. cit., p.322-323.
[86] Discurso del Prsidente Perón en la comida anual de camaradería de la Fuerzas Armadas, realizada el 5 de julio de 1946 en Les Ambassadeurs
[87] Ibíd.
[88] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, efectuada el 5 de julio de 1947 en Les Ambassadeurs.
[89] Discurso del Presidente Perón al recibir a los integrantes del Círculo de Oficiales de la Reserva en la Casa de Gobierno, el 25 de agosto de 1950.
[90] Perón, Juan. Conducción Política, op. cit., P. 259
[91] “¿Y va a admitir la justicia que venga nadie a apropiarse de lo que otro regó con sus sudores? Igual que los efectos siguen a la causa que los produce, es justo que el fruto del trabajo sea de aquellos que pusieron el trabajo (...) toda la doctrina de la religión cristiana, de la cual es intérprete y custodio la Iglesia, puede grandemente arreglar entre sí y unir a los ricos con los proletarios, es decir, llamando a ambas clases al cumplimiento de sus deberes respectivos y, ante todo, a los deberes de justicia. (...) han de evitar cuidadosamente los ricos perjudicar en lo más mínimo los intereses de los proletarios ni con violencias, ni con engaños, ni con artilugios usurarios; tanto más cuanto que no están suficientemente preparados contra la injusticia y el atropello, y, por eso mismo, mientras más débil sea su economía, tanto más debe considerarse sagrada” (Carta encíclica RERUM NOVARUM del sumo Pontífice León XIII sobre la situación de los obreros; el 15 de mayo de 1891)
[92] A cada cual, por consiguiente, debe dársele lo suyo en la distribución de los bienes, siendo necesario que la partición de los bienes creados se revoque y se ajuste a las normas del bien común o de la justicia social, pues cualquier persona sensata ve cuán gravísimo trastorno acarrea consigo esta enorme diferencia actual entre unos pocos cargados de fabulosas riquezas y la incontable multitud de los necesitados. (...)Por tanto, han de buscarse principios más elevados y más nobles, que regulen severa e íntegramente a dicha dictadura, es decir, la justicia social y la caridad social. Por ello conviene que las instituciones públicas y toda la vida social estén imbuidas de esa justicia, y sobre todo es necesario que sea suficiente, esto es, que constituya un orden social y jurídico, con que quede como informada toda la economía. (Carta encíclica Quadragésimo Anno del sumo Pontífice Pío PP. XI sobre la restauración del orden social y su prefeccionamiento de conformidad con la ley evangeliza; el 15 de mayo de 1931)
[93] Ibíd., p. 257.
[94] Ibíd., 245-246.
[95] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 289.
[96] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de la Fuerzas Armadas, realizada el 5 de julio de 1946 en Les Ambassadeurs
[97] Discurso del Presidente Perón en la ceremonia de bendición y entrega de sables a los nuevos oficiales de las Fuerzas de Aires, Mar y Tierra, que se realizó el 20 de diciembre de 1947 en el Teatro Colón.
[98] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit., p. 65.
[99] García Canclini, Néstor (coord.), Culturas en globalización. Caracas, Nueva Sociedad-CNCA-CLACSO,1996. p. 84
[100] Napal, Dionisio R., Visiones y Recuerdos del Camino, op. cit., p.139
[101] Ibíd., p. 144, 145.
[102] Ibíd., p.149.
[103] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 226.
[104] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, efectuada el 5 de julio de 1947 en Les Ambassadeurs.
[105] José Lezama Lima. La expresión americana. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1993, p. 181-182.
[106] “la libertad humanitaria y expansiva, no local, ni de raza, ni de secta, que fue a nuestras repúblicas en su hora de flor...; libertad que no tendrá, acaso, asiento más amplio en pueblo alguno, –¡pusiera en mis labios el porvenir el fuego que marca!– que el que se le prepara en nuestras tierras sin límites para el esfuerzo honrado, la solicitud leal y la amistad sincera de los hombres” (Martí, José; Obras Completas, La Habana, Editorial Lex,1945, T. 1, p. 100-101)
[107] Napal, Dionisio P., Junto al surco., op. cit., p. 268.
[108] Ibíd., p. 266-267.
[109] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, efectuada el 5 de julio de 1947 en Les Ambassadeurs.
[110] Discurso del Presidente Perón en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, efectuada el 5 de julio de 1950 en Les Ambassadeurs.

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